domingo, 5 de mayo de 2013

La educación y el orden social, de Bertrand Russell



Bertrand Russell (1872-1970) fue un matemático, escritor, filósofo británico, crítico social, y ganador del Premio Nobel de literatura en 1950.

La educación y el orden social, escrito en 1932, es un libro que contiene una serie de reflexiones acerca del sistema educativo. La creación de un sistema de educación en libertad, donde al desarrollo intelectual y moral del individuo sea satisfactorio y eficiente, fue una de las más grandes preocupaciones de Bertrand Russell, reflexiones que quedaron escritas en este gran libro.

El libro se divide en 16 capítulos, donde cada capítulo representa una reflexión sobre la relación entre la educación y algún aspecto de la sociedad, y cómo esta última influye en la educación: La educación y la economía, la propaganda en la educación, el patriotismo en la educación, la religión y la educación, son algunos ejemplos.

Muchos de estos capítulos pueden causar sorpresa o rechazo, Russell realiza un profundo análisis sobre algunos temas que van en contra del pensamiento habitual de la mayoría de las personas: los defectos de la religión, el nacionalismo infundado, las falencias del sistema educativo capitalista, la represión sexual, la separación de clases.

"En todo el mundo occidental los niños aprenden que la mayor lealtad es la que deben la Estado del que son ciudadanos, y que es su deber hacia el Estado actuar según las instrucciones del gobierno. Y a fin de que no puedan cuestionar esta doctrina, se les enseña falsa historia, falsa política, falsa economía. Se les informa de los delitos que cometen otros Estados, pero no de los que comete el suyo propio. Se les induce a pensar que todas las guerras en las que ha participado su país han sido defensivas, mientras que las guerras en la que participan otros países son guerras de agresión. Se les enseña a creer que cuando, por alguna circunstancia, su país conquistó un país extranjero, lo hizo para llevar la civilización, la luz del evangelio, la moralidad, la ley, o cualquier otra cosa noble." 
(La educación y el patriotismo)

Nikola Tesla, uno de los inventores más importantes de la historia, decía que "El desarrollo progresivo del ser humano es vitalmente dependiente de la invención. Es el producto más importante de su mente creativa".  En cierto aspecto, Bertrand Russell comparte este línea de pensamiento desarrollando una tesis similar:

"Nuestra estructura social actual depende cada vez más de que los individuos posean una mente bien preparada e informada. La represión económica mundial de nuestros días se debe principalmente a la deficiente educación que tienen los hombres que ocupan puestos clave en la sociedad: si los banqueros y los políticos supieran más de economía, todos nosotros, desde el más pobre al más rico, disfrutaríamos de un mejor nivel de vida". 
(La competencia en la educación)

De cierta forma, la tesis central del libro se resume en la falta de libertad en los sistemas educativos. Se requiere de más flexibilidad en el contenido, imponer al estudiante el contenido a aprender implica que debe estudiar cosas que le aburren. El cansancio en las aulas se debe a tediosas horas en la que el estudiante se dedica a memorizar cosas que no resultan de su interés (memorizar capitales de países, fechas de batallas, etc). Otra gran falencia son los exámenes, en vez de medir el nivel del aprendizaje del alumno, los métodos de evaluación actual inducen al estudiante a desarrollar métodos que permitan aprobar exámenes, no a aprender. Los exámenes también inducen a una competencia absurda entre alumnos, competencia que causa un impacto psicológico que es totalmente ignorado por la instituciones educativas. La educación en todas las sociedades, más que un recurso de desarrollo intelectual de sus individuos, resulta como un mecanismo de adoctrinamiento de las masas.

Personalmente, considero que la verdadera educación empieza cuando uno decide ir en busca del conocimiento, no de un título o de altas notas. El motor de la educación debe ser siempre la curiosidad, todos nacemos con esa curiosidad inicial, lastimosamente la estructura educativa actual destruye esa curiosidad y la reemplaza por una monotonía que aplasta al más importante motor del aprendizaje: la curiosidad.

Es un gran libro que invita a una profunda reflexión sobre un tema realmente importante: la educación, pilar fundamental del desarrollo de la sociedad. Russell realizó un trabajo excepcional con este escrito. Las ideas son claras, escritas con un lucidez notable, admirable. Recomiendo este libro a todas las personas, es un libro que nos permite entender las falencias del sistema educativo actual, y cómo podemos hacer frente a estas falencias. A pesar de estar escrito en 1932, el contenido de este libro sigue hoy tan vigente como cuando fue escrito. La estructura educativa actual debe ser replanteada, solo así la educación podrá realizarse con la libertad que ésta requiere.

domingo, 3 de febrero de 2013

Planilandia: Una novela de muchas dimensiones, de Edwin Abbot Abbot

Título: Planilandia: Una novela de varias dimensiones (Flatland: A romance of many dimensions).
Autor: Edwin Abbot Abbot.
Año de publicación: 1884.



Después de varios meses vuelvo a escribir una reseña. Planilandia resultó una novela que me inspiró a volver a escribir, esta novela de pocas páginas resulta corta en su extensión pero gigante en su significado.  Y ya de antemano recomiendo esta novela a todos, a TODOS.


Sobre la novela.
La novela se desarrolla en un mundo llamado Planilandia, es un mundo compuesto solamente por dos dimensiones. En Planilandia solo existe el largo y el ancho, los personajes solo pueden moverse para adelante o para los costados, no existe el concepto de arriba ni altura. Los personajes que viven en este mundo son figuras geométricas: triángulos, cuadrados, pentágonos, hexágonos. Cuanto mayor sea el número de lados que tenga una figura, mayor será su posición social. En un principio, una novela desarrollada en un mundo así, donde los personajes son figuras geométricas resulta un poco descabellado.

El personaje principal de la novela es un cuadrado, vemos a Planilandia y a su sociedad a través de sus reflexiones. Cuadrado nos cuenta cómo es la sociedad, sus costumbres, cómo está organizada su sociedad y cómo perciben al mundo sus habitantes. Para nosotros, conocedores de la tercera dimensión (la altura), nos resulta difícil tratar de asimilar cómo se desarrollaría la vida en un mundo de dos dimensiones. Edwin Abbot Abbot hace un trabajo excelente en describirnos cómo se percibe al mundo en Planilandia. Por ejemplo: si colocamos una moneda sobre una mesa y la observamos desde arriba, vemos un círculo, pero a medida que vayamos bajando nuestra cabeza, de forma paralela a la mesa, dejamos de ver una círculo y la moneda empieza a observarse como una línea, y cuánto más nos alejamos de la mesa (con nuestros ojos en un plano paralelo a la moneda), cada vez resulta más difícil de distinguir de si se trata de un círculo, de un cuadrado, o de un hexágono. Aquí el autor realiza algunas notaciones sobre la geometría, por ejemplo: cada figura posee lados iguales (salvo las figuras irregulares que son socialmente aislados), por lo tanto, los habitantes de Planilandia utilizan el tacto para identificar a la figura que poseen en su frente, es decir, si la figura que poseen en su frente posee un ángulo de 90 grados, se trata de un cuadrado. De esta forma, un hexágono posee un ángulo distinto al de un pentágono.

El giro en la historia.
Un día Cuadrado tiene una revelación, se ve transportado a un mundo nuevo: Línealandia. En Línealandia solo existe una dimensión: el largo. Los habitantes de Línealandia son puntos y líneas que solo pueden avanzar para adelante y para atrás, para ellos no existe el concepto de lados, de izquierda ni derecha. Cuadrado entonces conoce al Rey de Línealandia, quien explica sobre la realidad de este mundo. Nuevamente aquí se requiere un pequeño ejercicio mental para asimilar cómo sería el mundo en Línealandia. Veamos, si todos los habitantes de Línealandia son líneas, y sus habitantes solo se mueven para adelante o para atrás, entonces cuando observamos a una línea en nuestra frente, solo estaremos observando uno de los extremos de la línea, por lo tanto, solo estaríamos observando un punto. Es un ejercicio de imaginación y matemática bastante interesante. En Línealandia los conceptos geométricos de cuadrado, triángulo son inconcebibles, ya que falta una dimensión para que estas figuras puedan existir.

Cuadrado intenta explicar al Rey que proviene de un mundo diferente, de Planilandia, un mundo de dos dimensiones. A pesar de los esfuerzos de Cuadrado de explicar al Rey sobre el concepto dos dimensiones, el Rey considera a Cuadrado como un loco, y lo expulsa de Línealandia.

Cuando cuadrado entiende que el Rey de Línealandia es incapaz de aceptar una realidad distinta a la que él conoce, pierde los estribos y ataca el Rey con las siguientes palabras:

"Os creés la perfección de la existencia y sois en realidad el más imperfecto y estúpido de todos los seres. Os ufanáis de ver, cuando no podéis ver mas que un punto. Os vanagloriáis de deducir la existencia de una línea recta; pero yo puedo ver esas líneas rectas y deducir la existencia de ángulos, triángulos, cuadrados, pentágonos, hexágonos e incluso círculos."

Cuadrado se despide de Línealandia con la siguiente reflexión:

"Línealandia debe ser deplorablemente aburrida. No poder ver más que un punto. No poder contemplar ni siquiera una línea recta. No saber siquiera lo que es. Ver, pero estar desconectado de esas perspectivas lineales que se nos conceden a nosotros en Planilandia."

Tal vez, nosotros lectores, conocedores de una tercera dimensión, tal vez Planilandia nos parecerá también muy aburrida con sus dos dimensiones ¿no?

El segundo (y más importante) giro en la historia.
Al volver a Planilandia, Cuadrado empieza a reflexionar sobre lo que acaba de ver en Línealandia: habitantes de un mundo de una sola dimensión que desconocen la existencia de un mundo más extenso. Cuadrado se compadece de sus habitantes y vuelve a su realidad "más interesante" de dos dimensiones. Un día, Cuadrado escucha una voz proveniente de algún lugar que él desconoce. Frente a él aparece una Esfera que se identifica como un habitante de Espaciolandia, un mundo de tres dimensiones. Esfera trata de explicar a Cuadrado sobre la existencia de una tercera dimensión: la altura. Un mundo donde existen figuras geométricas más complejas: cubos, esferas. Un concepto que Cuadrado desconoce, rechaza, y considera a Esfera como a un loco.

Creo, aquí se produce el punto más interesante de toda la novela: Cuadrado rechaza la existencia de un mundo de tres dimensiones, de la misma forma que el Rey de Línealandia rechaza la existencia de un mundo de dos dimensiones.

"¿Por qué os negáis a atender a la razón? Yo había albergado la esperanza de hallar en vos (al ser hombde de juicio y consumado matemático) un apóstol adecuado para el evangelio de las tres dimensiones".

Esfera realiza todos sus esfuerzos por trata de explicar a Cuadrado sobre la tercera dimensión, cuando agota todos sus recursos retóricos decide trasportar a Cuadrado a Espaciolandia, de esta forma Cuadrado podrá ver la existencia de un mundo con tres dimensiones, de ver a Planilandia "desde arriba".  Recién estando en Espaciolandia, nuestro Cuadrado es capaz de aceptar la existencia de un mundo de tres dimensiones, una realidad distinta a la que él conocía.

Conclusión: Pero, ¿dimensiones, cuadrados, triángulos, ángulos, líneas, puntos.. ? ¿Qué significa todo esto?

La novela encierra un significado muy grande: todos somos capaces de rechazar aquello que consideramos "inferior" a nuestra realidad, pero somos incapaces de aceptar que tal vez nuestra realidad, nuestro mundo de dos, tres, dimensiones, es un mundo limitado, y que existe una realidad con más dimensiones. El Rey de Linealandia considera imposible la existencia de un mundo de dos dimensiones, ya que todo lo que él conoce es una dimensión, lo mismo sucede con Cuadrado que, inicialmente, rechaza la existencia de un mundo de tres dimensiones, cosa que también sucede con Esfera, que en un principio rechaza la existencia de un mundo de cuatro dimensiones. Él, después de haber juzgado la limitada realidad de Línealandia, es incapaz de aceptar que existe una realidad superior a la suya, tal vez este es un error que todos cometemos. Todos nos aferramos a nuestra percepción de la realidad, tenemos la tendencia a criticar a realidades "inferiores" pero incapaces de aceptar nuestra limitada percepción de nuestra realidad.

¿Acaso es esa la tendencia natural del ser humano? Resulta fácil criticar las realidades ajenas, de determinar que nuestra forma de ver al mundo es la correcta. Percibimos al mundo mediante nuestro entendimiento, que muchas veces puede ser superior al entendimiento de algunas personas, pero también puede ser inferior al entendimiento de otras tantas. ¿Somos capaces de aceptar una realidad distinta, que ponga en duda toda nuestra percepción? ¿O acaso resulta más fácil aferrarnos a nuestra cómoda realidad?

Y por último les dejo esta pregunta: ¿No es acaso esta misma actitud, de rechazo a realidades distintas, las que rigen nuestras religiones y nuestra sociedad? Que lindo sería abandonar nuestra percepción de dimensiones limitadas antes de emitir nuestros juicios.

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"Vivo con la esperanza de que estas memorias puedan de alguna manera, no sé como, llegar hasta el pensamiento de los seres humanos de alguna dimensión y puedan impulsar la aparición de una raza de rebeldes que se nieguen a estar confinados en una dimensionalidad limitada."

Puedo decir que sí, Edwin Abbot Abbot, aquí hay un lector que acaba de asimilar tus memorias. Espero, que a través de esta reseña, también pueda causar el mismo efecto revelador en otros lectores.